Vivir en el pasado es morir al presente, nos perdemos el ahora cuando estamos en el ayer.
El pasado ata, atrapa y mata. El presente libera, crea y da vida.
Sólo en el tiempo del ahora nos permitimos vivir satisfactoriamente.
El pasado es el recuerdo doloroso, el sentimiento que se convirtió en resentimiento, la experiencia dolorosa que le llamamos culpa. El amor que se transformó en odio, la sensibilidad que se vuelve sensiblería. Experiencias de dolor, miedo, culpa, insatisfacción y tristeza. Pesada carga que a veces llevamos con nosotros, equipaje que no nos permite vivir sino sobrevivir a duras penas.
Accedemos al presente cuando perdonamos, nos perdonamos y perdonamos a los demás.
Perdón, palabra mágica y sanadora. Perdonar no es aceptar los hechos ocurridos, no es olvidar, tampoco es negar lo que nos pasó. El perdón no justifica pero tampoco juzga. El perdón te libera del pasado y te pone en tiempo presente.
El ahora, tiempo de Dios.
Momento maravilloso donde existen todas las posibilidades de cambio y transformación; en el cual tú comprendes y no solo entiendes, aceptas pero no te resignas, aprendes para crecer y no para sufrir. Dejas de ser víctima y te conviertes en aprendiz.
Recuperas de esa manera el poder que alguna vez en ese pasado, lo habías extraviado. Poder de dirigir, determinar y direccionar tu vida. Poder de amar, comprender y aprender. De construir un futuro a partir del presente.
El perdón no interroga, no tiene preguntas del pasado, porque ese pasado ya no existe. No importa lo sucedido porque ya sucedió. Pero si es importante lo que hagas en el presente porque eso determinará tu futuro. No te conviertes en víctima de otras víctimas, ni en actor de dramas de dolor y sufrimiento. Crea tu propia obra de teatro, Sé tú el guionista, el director y el observador.
Abre tu corazón al perdón, libérate de toda es carga que te esta pesando y no te deja avanzar.
Perdona desde la compresión amorosa, no para que cambies a los que te dañaron o justifiques los hechos acontecidos. Perdona para que seas feliz y recuperes la paz. Comprende que detrás de todo echo por más doloroso y funesto que acontece siempre existe un significado profundo.
Perdónate a ti mismo, recupera tu integridad y tu inocencia.
Sobre todas las cosas que hayas hecho, cometido o protagonizado; considera que sigues siendo inocente a pesar de todo.
Libérate del miedo, del dolor y de la culpa. Siente que todos tenemos el derecho de equivocarnos alguna vez, pero también disponemos de la obligación de aprender para no repetir la experiencia dolorosa.
Perdona a los demás, mira en cada agresor una víctima de su pasado. En cada hecho de dolor una enseñanza que aprender. No dejes que te conviertan en víctima de otras víctimas y en victimario de los demás.
Acepta los hecho que te ocurrieron, no con resignación sino como actitud transformadora para el cambio. Convierte ese odio y resentimiento en comprensión amorosa, la culpa en aprendizaje y el miedo en coraje.
Despierta de la pesadilla tenebrosa del pasado a la vida cálida en presente que te espera.
Perdón, perdonamos, perdonar.
Hace mucho tiempo alguien nos había ya enseñado lo mismo cuando dijo:
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen...”
Ahora es el momento de aprender, porque ya no hay más tiempo que perder.
Autor: Dr. Fernando Arizabal, Médico Bioenergético, Lima - Perú
www.biosalud-peru.org
7 comentarios:
Marita:
Gracias por estas palabras sabias. En lo personal, te agradezco porque con estos documentos me ayudas a recordar, entender realmente lo importante que es perdonar. Siempre he escuchado que es bueno perdonar, que mas que ayudar al otro nos ayudamos a unos mismos al hacerlo, etc ... a veces he repetido estas frases pero de manera automática, luego he entendido poco a poco su significado y cada vez que leo sobre el perdón entiendo un poco más, me llega más a mi y espero pronto aceptar el perdón por completo en mi alma, dejar atrás el pasado y vivir el ahora feliz, para poder tener un mañana placentero y lleno de luz.
Gracias por transformar mi vida.
Dios te guarde.
Marce
Hola Marita:
Gracias por tus mensajes siempre tan maravillosos y llenos de paz.
En lo personal me interesa muchisimo el tema del perdon, creo que es uno de las cosas que mas trabajo me ha costado aprender en este camino de la vida, sin embargo estoy convencida que es un regalo maravilloso que nos damos a nosotros mismos.
Si tan solo pudiera desprenderme de raiz de esta gran carga que es el pasado y pudiera ver hacia adelante mi vida seria muy, pero muy diferente. Es dificil, pero se que puedo aprender a hacerlo, tengo lo mejor: LA VIDA y mientras tenga vida tengo tiempo para aprender.
Que Dios te bendiga por estar con nosotros incondicionalmente.
Sinceramente
Ana Belem
Hola Marita:
Es de vital importancia para nuestro crecimiento espiritual practicar el perdón.
Pero asi como decimos que para que cambie el mundo debemos primero cambiar nosotros, así entiedo que para perdonar debemos comenzar por nosotros mismos.
En lo personal, estoy conciente que en momentos de mi vida, me he hecho daño y cuando llegan a mi mente esos recuerdos, quisiera saber como hacer para perdonarme por el daño que yo misma me he causado.
Te agradezco toda la ayuda que nos proporcionas intentar ser mejores cada día.
Gracias
Mariel
Hola Marita:
Como siempre llegan a nosotros palabras maravillosas, cosas que tenemos que tener siempre presente, gracias por compartirlas. El perdón creo que es maravilloso cuando erez capaz de perdonar de corazón, realmente te libera, he tenido la oportunidad de comprobarlo; sin embargo creo que es mucho más fácil cuando se trata de otra persona, el mayor problema es con nosotros mismos, lo he intentado muchas veces pero no he podido lograrlo aún; quizá nos puedas ayudar, probablemente tengas algunos pasos o rituales a seguir sería maravilloso.
Nuevamente Gracias por estar siempre con nosotros
Elsa
Marita:
Te felicito por haber escogido este tema para inaugurar tu BLOG. En efecto, el tema del perdón es complicado, en mi caso personal, como tanatóloga, doy mucha importancia al tema del perdón, pues muy frecuentemente te encuentras con que las personas que padecen de alguna enfermedad y se encuentran en fase Terminal, no se sienten tranquilas hasta en tanto no logren perdonarse a sí mismas, y cuando se trata de personas que han perdido a algún ser querido, durante la etapa de duelo, es muy común encontrarse con sentimientos de culpa, y que no se superan si no es trabajando el perdón. Es evidente entonces que el perdón tiene un efecto “liberador”, y que como bien dices, no se trata de justificar, excusar u olvidarse, tampoco se trata necesariamente de una reconciliación. Me gustaría agregar un fragmento de un texto que contiene algunos puntos interesantes.
"El perdón permite liberarse de todo lo soportado para seguir adelante. Usted se acuerda del frío del invierno, pero ya no tiembla porque ha llegado la primavera".
"El perdón opera un cambio de corazón. Debemos ponerle fin al ciclo del dolor por nuestro propio bien y por el bien de futuras generaciones. Es un regalo que debemos proporcionarles a nuestros hijos. Podemos pasar del dolor a la compasión. Cuando perdonamos, reconocemos el valor intrínseco de la otra persona".
"El perdonar no borra el mal hecho, no quita la responsabilidad al ofensor por el daño hecho ni niega el derecho a hacer justicia a la persona que ha sido herida. Tampoco le quita la responsabilidad al ofensor por el daño hecho... Perdonar es un proceso complejo. Es algo que sólo nosotros mismos podemos hacer...Paradójicamente, al ofrecer nuestra buena voluntad al ofensor, encontramos el poder para sanarnos...Al ofrecer este regalo a la otra persona, nosotros también lo recibimos."
Nota: Tomado de Excerpts from the talks at the National Conference on Forgiveness, Universidad de Wisconsin-Madison, marzo de l995.
Queridas Marce, Ana Belén, Mariel, Elsa y Ros:
Que alegría recibir sus comentarios y sobre todo leer que cada una de ustedes sigue por el camino de la superación personal y el cremiento espiritual.
El Perdón se logra cuando combinamos una actitud firme con un gran deseo de ser feliz, cambiamos nuestra actitud hacia la vida y podemos descargarnos de nuestra mochila de resentimientos.
No es fácil pero si se llega a lograr cuando uno tiene una determinación firme.
Ros, me encantó el extracto que has compartido tan gentilmente con nosotras, efectivamente termina de redondear la idea sobre el Perdón.
Les agradezco mucho su participación y espero siguan participando en los próximos boletines.
Todo mi amor,
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