jueves, diciembre 18, 2008

Meditación Guiada y Ritual para recibir al Espíritu de la Navidad

El jueves 18 de Diciembre de 2008, se llevo a cabo la Meditación Guiada y el Ritual Navideño para recibir al Espíritu de la Navidad, así como el Ritual de Prosperidad para el Año Nuevo.

Generalmente estos rituales yo los había dictado, en años anterior, via Internet mediante mi curso de “El Poder Mágico de las Velas”, con la ayuda de programas de audio como el Paltalk, el cual me permitió en muchas oportunidad dictar cursos o conferencias y poder contactar con personas alrededor de todo el mundo. Este año 2008 trajo una experiencia nueva y distinta pues ha sido la primera vez que he dictado un taller de Rituales en vivo y en directo, con público. Ha sido una experiencia muy linda. Al principio estuve muy nerviosa pues sentía que me iba a olvidar de todo, pero una vez comenzado el ritual pues las palabras fluyeron de forma adecuada y pude llevar la meditación de amor a través de los corazones de todos los presentes. Compartí con los presentes lo siguiente: Una Meditación Guiada basada en un escrito del Dr. Jorge Carvajal, sobre la Navidad. Ritual para recibir al Espíritu de la Navidad en nuestros hogares el próximo 21 de Diciembre. Ritual de Prosperidad de Fin de Año, para llevar a cabo el 31 de Diciembre. Espero que todos los presentes hayan disfrutado de la Meditación y lleven a la práctica los dos rituales el 21 y el 31 de Diciembre, respectivamente. Gracias por asistir y por abrirme sus corazones, espero haber cumplido con sus expectativas.

El Amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación. TAGORE

martes, agosto 12, 2008

Definamos los términos de Abundancia y Prosperidad

Prosperidad: Es una vida en la que tienes todo lo que necesitas: amor, alegría, amigos, satisfacciones, diversión, salud y dinero. Abundancia: Es ver el dinero como un medio y no como un fin, como el resultado lógico de vivir intensamente, de disfrutar de lo que haces y de aprovechar al máximo tus capacidades. La prosperidad no llegará a ti, hasta que tengas un sentimiento de abundancia. Y, para lograrlo puedes empezar por dejar de pensar en todo lo que no tienes y agradecer todas las bendiciones que recibes. Este sentimiento de bienestar no llegará a ti, por factores externos, ya que si basas el estar bien en las cosas que quieres conseguir, te sentirás satisfecho unos momentos cuando las tengas y después, habrá más cosas que necesites para estar satisfecho, siempre hay algo más que deseas y que quieres conseguir. Observa a tu alrededor, ¿Puedes ver la abundancia de tu vida?. Pregúntate a ti mismo... ¿Cuánto disfrutas en la vida? ¿Te gustan los buenos lugares? ¿Los buenos restaurantes? ¿Qué sientes cuando vas a un buen restaurante y lees el menú? “No puedo gastar tanto en una comida” o “Que bueno va a estar esto” ¿Son pensamientos de que mereces gastar en ti o que es malgastar el dinero? ¿Qué sentido tiene trabajar y no disfrutar nada? ¿No vales lo suficiente?. ¿Qué piensas de la gente rica? ¿Qué representan para ti? ¿Son un montón de presumidos o te parece que todos merecen disfrutar de lo que tienen? ¿Sientes envidia o piensas que si ellos pueden tener lo que quieran tú también puedes hacerlo? ¿Cómo te sientes al pensar que tú puedes convertirte en uno de ellos?. Reflexiona Ya sea que creas que puedes tener lo que se te antoje o que creas que no es para ti, tienes toda la razón. Si te molesta o te duele gastar en ti, entonces ¿Para que quieres ser próspero?. Si tienes pensamientos negativos para las personas que viven en abundancia y son prósperos, ¿Crees de verdad que estarás motivado a ser uno de ellos?. ¿Hay un espacio en tu mente a tener todo lo que quieres? "Vive de acuerdo a tu imaginación, no a tu historia". Stephen R. Covey

lunes, enero 07, 2008

El Origen del Miedo

El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación, ansiedad, nervios, tensión, temor, fobia, etc. El miedo psicológico del que hablamos siempre se refiere a algo que podría ocurrir, no a algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera. Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro.
Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal, y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Por cierto, esto sigue siendo verdadero aunque externamente esté muy seguro. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente.
¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente?: peligro, estoy amenazado. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo?: miedo, por supuesto. El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero, en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación. Para el ego, la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de tu vida. Por ejemplo, algo tan aparentemente trivial y «normal» como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro está equivocado —defender la posición mental con la que te has identificado— se debe al miedo a la muerte. Si te identificas con una posición mental y resulta que estás equivocado, tu sentido de identidad, basado en la mente, se sentirá bajo una seria amenaza de aniquilación. Por tanto, tú, como ego, no puedes permitirte estar equivocado. Equivocarse es morir. Esto ha motivado muchas guerras y ha causado la ruptura de innumerables relaciones. Cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener razón o estar equivocado es indiferente para tu sentido de identidad; de modo que esa necesidad compulsiva, apremiante y profundamente inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, deja de estar presente. Puedes expresar cómo te sientes y lo que piensas con claridad y firmeza, pero tal expresión no estará teñida de agresividad ni actitud defensiva. Tu sentido de identidad deriva entonces de un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no de la mente.

OBSERVA CUALQUIER ACTITUD DEFENSIVA que surja en ti. ¿Qué estás defendiendo? : una identidad ilusoria, una imagen mental, una entidad ficticia. Haciendo consciente este patrón y observándolo, puedes romper la identificación con él. El patrón inconsciente comenzará a disolverse rápidamente a la luz de tu conciencia. Este es el final de todas las discusiones y juegos de poder, que son tan corrosivos para las relaciones. El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro, y está a tu disposición ahora. La mente siempre trata de negar el ahora y de escapar de él. En otras palabras: cuanto más te identificas con tu mente, más sufres. O puedes decirlo de este otro modo: cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente egotista. Si no deseas crear más dolor para ti mismo ni para los demás, si no quieres añadir más dolor al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida. ¿Cómo dejar de crear tiempo? DATE CUENTA INEQUÍVOCAMENTE DE QUE EL MOMENTO PRESENTE es lo único que tienes. Haz del ahora el centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora, establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu vida. Di siempre «sí» al momento presente. ACABA CON LA ILUSIÓN DEL TIEMPO La clave es ésta: acaba con la ilusión del tiempo. Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y ésta se para, a menos que elijas usarla. Estar identificado con la mente es estar atrapado en el tiempo: vives de forma compulsiva y, casi exclusivamente, mediante el recuerdo y la anticipación. Esto produce una preocupación interminable por el pasado y el futuro, y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento presente y permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones. Cuanto más te enfocas en el tiempo —pasado y futuro— más pierdes el ahora, lo más precioso que hay. ¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único que hay. Es todo lo que hay. El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. En segundo lugar, el ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los limitados confines de la mente. Es tu único punto de acceso al reino informe e intemporal del Ser. ¿Has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del momento presente? ¿Piensas que lo harás alguna vez? ¿Es posible que algo ocurra o sea fuera del ahora? La respuesta es evidente, ¿no es cierto? Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora. La esencia de lo que estoy diciendo aquí no puede entenderse mentalmente. En el momento que lo entiendes, se produce un cambio de conciencia de la mente al Ser, del tiempo a la presencia. De repente, todo se vivifica, irradia energía, emana Ser.